Que la competición inglesa es una de las mejores del mundo se debe a muchas razones. La primera de ellas es que en Inglaterra reposa el origen del fútbol, tradición que hace que todos los estadios se llenen cada domingo; además, tienen un sistema de Liga de Filiales envidiable, así como unos ingresos televisivos desorbitados y una inyección económica continua de jeques sin nada mejor en lo que invertir su dinero. Pues por si todo esto fuera poco, también poseen un formato de Copa mucho más acertado e igualitario. Todos y cada uno de los equipos participantes entran en liza en la primera ronda, independientemente de su categoría. Durante toda la competición las eliminatorias son a un único partido y la sede del encuentro también es sorteada, por lo que no importa la categoría del club, repartiendo ambos los beneficios de taquilla.
En España, se disputa una primera eliminatoria entre equipos de segunda b y tercera, una segunda entre equipos de segunda b y tercera y entre los de segunda. Una tercera ronda calcada a la segunda y, tras desarrollarse casi la mitad de la competición entran a escena los equipos de primera en ¡cuarta ronda! y por si este priviligio fuera poco, lo hacen a doble partido jugando el segundo y definitivo en el feudo del equipo de primera división. Increible.
Aunque es de esperar de esta RFEF, la cual parece que prefiere conservar el apoyo de los grandes equipos manteniendo sus privilegios, que igualar la competición del KO, históricamente la competición para el lucimiento de los 'pequeños', donde además de ahorrar algunas fechas, pues no habrían partidos de vuelta, se podría hacer justicia con el semillero del fútbol español, es decir, con la segunda b y con la tercera división. Que en un futuro el campeón vaya directamente a la Champions League, otra idea más para tratar de revivir a una competición en decadencia.
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